Se tiene constancia, que en 1929, con motivo de la Exposición Universal realizada en Barcelona, visitó la ciudad un japonés nacido en Okinawa, llamado Agarije Tokumori. Durante su estancia, al parecer se le vio pescar en diferentes lugares de la costa catalana (según la fuente -Barcelona, L’Estartit, Vilanova-) provisto de unos lentes binoculares y un arpón en el extremo de una caña de bambú de dos metros de largo. Para algunos, es este el primer registro de un pescador submarino semejante en sus artes a las de este deporte subacuático.

No obstante fue unos cuantos años más tarde, concretamente en julio de 1940 cuando sabemos del primer uso de un fusil de pesca submarina en aguas españolas, concretamente en Aiguablava, provincia de Girona. Tras el armisticio de junio de 1940 en la Segunda Guerra Mundial, algunos españoles volvieron a casa, como el caso de Francisco Mirandés que en su regreso hizo parada en las bellas aguas de esta cala gerundense. Mirandés portaba consigo un fusil lanza-arpones traído de Francia con el que realizó sus pescadas en dicha cala para después disfrutar gastronómicamente de sus «trofeos» en el Hotel «Chiquet». Francisco Mirandés fue observado por Hemetrio Miquel Serra, de quien a través de los boletines del APS conocemos esta historia del primer pescador submarino con un equipo tal como hoy lo concebimos.

Fuente: Historia de la Pesca Submarina, Emili Junyent – CRIS, Revista de la mar, nº17 (junio 1960) –  Boletín de la Asociación de Pesca Submarina,nº24 (marzo 1948)