Isabel Arroyo: de las montañas del Bierzo a las profundidades del mar. Titular del mundial de pesca Submarina de Laredo.

Isabel Arroyo, ha tejido su historia de pasión por el deporte desde las montañas del Bierzo hasta las profundidades del océano. «Desde pequeña siempre me gustó practicar deporte», nos cuenta, rememorando cómo su padre, un deportista incansable, se convirtió en su influencia y motivación para aventurarse en terrenos desconocidos.

 

Un viaje compartido por tierra y mar

La relación de Isabel con el deporte comenzó temprano, compartiendo aventuras de alpinismo, escalada y esquí con su padre. Y como no podía ser de otra manera, el amor por la pesca submarina también fue una semilla plantada por su progenitor. «Ambos practicamos juntos alpinismo, escalada, esquí… y como no, esto de la pesca también ha sido cosa suya», confiesa.

 

Aunque del interior, Isabel confiesa que siempre tuvo una atracción especial hacia el mar. «Me sentía cómoda en el agua y me transmitía algo especial», nos comenta reflexiva. Su curiosidad por los deportes náuticos se encendió durante los veranos en la playa, en especial la vela, y posteriormente durante su estancia en Sanxenxo, donde se sumergía en el agua siempre que podía. Sin embargo, la pesca submarina, un mundo totalmente desconocido, le estaba esperando.

 

De aprendiz a campeona

Con 19 años, Isabel se trasladó a Galicia, su «tierra de acogida», donde poco a poco fue descubriendo los horizontes acuáticos. Fue aquí, a los 31 años, que su padre la introdujo a la pesca submarina. «El primer día que me metí en el agua pensé, madre mía lo que me he perdido todo este tiempo», recuerda ese momento tan especial.

 

El comienzo de su viaje en la pesca submarina estuvo marcado por conocer a Sandra, quien se convertiría en su compañera de pesca y en su mayor impulsora para competir. «Fui a mi primer gallego, literal, sin tener ni puñetera idea», relata con humor. Aunque terminó en el último lugar y con penalización, disfrutó cada momento. Con tiempo, su habilidad mejoró, participando en campeonatos sociales y sumergiéndose en el mar siempre que podía.

Campeona Nacional: un sueño cumplido

Con determinación y entrenamiento constante, Isabel alcanzó el título de Campeona Gallega en 2022, un logro que la emocionó profundamente. Sin embargo, las competiciones nacionales le ofrecieron nuevos desafíos. «Fui convocada con la selección gallega para participar en el campeonato de España de Cádiz ese mismo año», comparte, recordando las dificultades que enfrentó al estar lejos de casa y con poca experiencia.

Un viaje de aprendizaje internacional

A pesar de las dificultades, Isabel fue convocada para representar a España en competiciones internacionales como suplente. Participó en un europeo de aguas dulces y en el Open en Tenerife, donde tuvo la oportunidad de aprender de los mejores y adaptarse a diferentes entornos acuáticos.

Mirando al futuro con determinación y gratitud

Isabel celebra su reciente logro como Campeona de España, pero sus ojos están fijos en el Mundial. «Las expectativas son aprender, disfrutar y, por supuesto, hacer pódium», afirma con confianza.

A lo largo de su trayectoria en la competición, fue respaldada por la marca artesanal gallega Paulasub. Más recientemente, pasó a formar parte de la familia Cressi. Se considera afortunada por esta oportunidad y su gratitud será eterna.En resumen, Isabel Arroyo es una historia de perseverancia y pasión que nos recuerda que el amor por la pesca submarina y la determinación pueden llevarnos desde las cimas de las montañas, pasando por las profundidades del mar cantábrico, a lo más alto del pódium de un mundial.

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